Un encuentro masivo con los libros
Un punto fuerte de la Feria del Libro es el nutrido cronograma de presentaciones y actividades para grandes y chicos, e incluso instituciones educativas que, en la mayoría de los días, comienza a las 14. Los jóvenes se erigieron como “público de culto” de Rodolfo Fogwill, al asistir a la charla que el escritor brindó a propósito de la reedición de Los Pichiciegos. Por su parte, los más chicos también tienen su lugar en la Feria, con propuestas que combinan lo lúdico con lo educativo. Este fin de semana, un hecho destacado en el rubro infantil fue la presencia, por ejemplo, de Fernando de Vedia. En tanto, los más pequeños disfrutaban de la lectura de cuentos de Uranito, una colección infantil que reúne títulos de autores jóvenes como Fabiana Fondevilla, Nicolás Schuff, Patricia Suárez y Carolina Tosi. Para muchos, el fin de semana es el único momento en el que pueden visitar la Feria. Por eso los pasillos se vuelven materia susceptible de análisis: la heterogeneidad del público llega a su extremo, tanto en edades como en gustos. El libro, objeto de deseo, es llamado a responder a los más diversos encargos.
Fuente: Página/12, 3/5/2010.
Nunca me gustó viajar
En El espíritu de Laguna Perdida, Carolina Tosi logra un clima de suspenso, que atrapa al lector. Pero el verdadero valor de este relato es la forma cómo la autora pone de manifiesto ciertos aspectos de la conducta humana. Carolina Tosi rescata la amistad y muestra cómo surgen dentro de los grupos de pares la discriminación y la superficialidad y los liderazgos negativos.
Fuente: El Mangrullo, Nro. 115, 2010.